Los rayos son consecuencia de un gradiente de potencial eléctrico natural acumulado por la actividad de las nubes, que busca neutralizarse, por lo que en ocasiones sólo descarga entre nubes o termina siendo atraído al suelo e impactando en superficies naturales o infraestructura, siendo peligrosa para las personas. Un rayo puede producir millones de voltios y se comporta eligiendo el camino de menor resistencia o la superficie más directa y cercana para descargar. Es considerado uno de los espectáculos más recurrentes de la naturaleza, de hecho, en todo el mundo hay más de 3 millones de rayos cayendo al día, lo que significa que hay alrededor de 44 impactos por segundo. Este fenómeno siempre ocurre en medio de una tormenta eléctrica, pero no se debe esperar a que esté sobre nosotros para considerar estar en peligro. Desde el momento en que empieza a formarse, ya existe la amenaza de rayos y alcanza su punto máximo cuando la tormenta está sobre nosotros y luego disminuye gradualmente a medida que se aleja.
Se considera que existen 2 formas principales en las que pueden producir los rayos:
Suele ser la forma más común y sucede cuando los rayos nivelan cargas de una nube a otra, por el menor recorrido existente.
Este tipo de descarga es la más conocida y a la que mayor cuidado se debe tener. Si nos encontramos al aire libre y dentro del área en una tormenta, corremos riesgo de sufrir una descarga peligrosa.
Si bien lo mejor es refugiarse al ocurrir una tormenta eléctrica, muchas de las creencias populares sobre los rayos resultan ser erróneas. Uno de los principales mitos es que si traemos puesto algún accesorio de metal pequeño, los rayos será atraídos por estos. La realidad es que portar algo metálico en una situación regular no es tan relevante al momento de determinar dónde impactará un rayo. En muchas ocasiones nos preguntamos: ¿los rayos pueden caer en cualquier parte? y la respuesta es sí. Sin embargo, lo que verdaderamente indicará la zona de caída será la posición de la tormenta y la ubicación donde nos encontremos. De esta manera, podemos tomar en cuenta condiciones específicas, elementos y superficies que sí pueden atraer a los rayos:
Si bien hemos mencionado que tener un accesorio de metal pequeño no ocasiona una gran diferencia, ya que tan solo con el hecho de estar en medio de una tormenta eléctrica hay posibilidad de riesgo, la condición de peligro aumenta si nos encontramos en un espacio abierto, alto y además nos convertimos en el objeto aislado. Estos son factores cruciales para incrementar la posibilidad de atraer un rayo al área donde nos ubicamos. Alejarnos de elementos como cercas metálicas y grandes herramientas (picos, palas o barretas, etc.) es fundamental, ya que pueden ser antenas conductoras de electricidad.
Los rayos buscan el camino más rápido y corto entre las nubes y la superficie terrestre, por lo que hay mayor probabilidad de que impacten en colinas, en la cima de montañas y construcciones, a que caigan en zonas llanas y profundas.
Al ser altos y con copas puntiagudas, son grandes atrayentes y conductores de rayos. Además, al encontrarse en zonas con terrenos húmedos, por ningún motivo se deben considerar aptos para resguardarnos en caso de tormentas.
Los rayos pueden ingresar a una edificación a través de las tuberías y cables de metal, ya que son conductores potenciales, además de causar daños graves a la propiedad. Si bien la mejor opción durante una tormenta es buscar refugio en interiores, el impacto directo hacia las conexiones de cables y tuberías puede herir a las personas habitantes. La forma más eficiente de prevenir esto será contar con una instalación de un sistema de pararrayos en la infraestructura.
Los objetos conectados a un tomacorriente también pueden atraer los rayos (más aún si se encuentran cerca de ventanas y puertas), además de otros dispositivos como teléfonos con cable, duchas y grifos, por lo que para evitar daños deberán estar sí o sí conectados a un sistema de puesta a tierra.
Nuestro bienestar va a depender de reconocer las señales de alerta, saber qué hacer y dónde refugiarnos. Lo ideal siempre será buscar refugio rápidamente y al ser un fenómeno natural, debemos prestar atención a:
Observar grandes nubes que se están acercando, acumulando y creciendo (cumulonimbos) pueden ser el inicio de una tormenta.
Escuchar el ruido de truenos acercándose es una señal clara. Para ello es conveniente contar cuantos segundos después de ver un rayo, escucha el trueno. De esta forma se puede determinar si la tormenta eléctrica está aproximándose.
La energía estática se hace presente en el ambiente al estar cerca de una tormenta. Al sentir la estática que provocan los rayos, debemos apartarnos rápidamente.
Si hay objetos metálicos cerca y escucha que zumban, es crucial no tocarlos y alejarse lo más rápido posible.
Sentir un sabor metálico en la boca puede significar que un rayo está a pocos segundos de impactar cerca de donde se encuentra. Esto es generado por la energía eléctrica, por lo que inmediatamente debemos dirigirnos a un espacio seguro.
Ante la primera señal de alerta, evitar estar afuera durante una tormenta debe ser una prioridad, por lo que idealmente debemos buscar protección en una casa, edificación cerrada o estructuras lejos de ventanas. Al encontrarnos dentro, es mejor retirarse a una habitación central o un armario. Evitar el uso de teléfonos fijos y desenchufar todos los dispositivos eléctricos también aporta a la seguridad en interiores.
Si nos encontramos en el exterior y no hay opción de refugio en una casa o edificio, el chasis de metal y puertas de un auto pueden protegernos. De esta manera, quedarnos dentro de nuestro vehículo y con las ventanas cerradas puede ser una alternativa. Cómo ya hemos mencionado, en espacios abiertos debemos mantenernos alejados de árboles, superficies que sobresalen del suelo, objetos altos y terrenos mojados, ya que el agua es un conductor de electricidad. Además, no es una buena idea echarse al suelo como un movimiento de protección, ya que en realidad aumentará sus posibilidades de ser herido por un rayo cercano. Esto se debe a que los rayos pueden circular a través del suelo, especialmente si está húmedo.
Un sistema de pararrayos será el instrumento encargado de atraer los rayos y conducirlos de manera segura hacia una conexión a tierra. Instalado correctamente en la parte superior de los edificios, cumplirá eficientemente con la tarea de transportar la energía eléctrica a través de una trayectoria controlada que se conecta al sistema de puesta a tierra. De esta manera evitará la descarga directa contra la infraestructura, previniendo daños a las edificaciones, equipos y resguardando la integridad de las personas. A la par que un sistema de pararrayos, se debe instalar la protección interna de equipos con los protectores de sobretensiones para específicamente ayudar a aislar centros de cómputo, centrales telefónicas y equipos sensible de los picos de energía inevitables causados por los rayos.
Por otro lado, se debe considerar un detector de tormentas portátil para lograr una alerta temprana de la actividad eléctrica natural de los rayos. Estos dispositivos no necesitan una conexión eléctrica fija y se pueden utilizar mientras se desplaza, recibiendo advertencias en tiempo real que son proporcionadas por sensores integrados. Los rayos son increíblemente peligrosos, pero en la mayoría de los casos se pueden evitar con un poco de planificación. Siempre verifique el pronóstico del clima antes de ejecutar trabajos o actividades al aire libre y manténgase al tanto de los movimientos de las tormentas.
En Para Rayos SAC contamos con más de 45 años en el mercado suministrando productos para la protección contra tormentas y sobretensiones, además de instalaciones de sistemas de pararrayos. Nuestros técnicos especialistas están capacitados para calcular el riesgo de descarga de rayos en la infraestructura y terreno, garantizando una correcta implementación. Se debe tomar en cuenta que cada tipo de pararrayos protege áreas especificas, las cuales son previamente calculadas por el fabricante teniendo en cuenta: la altura, el área, el tipo de construcción, y el nivel isoceraunico de la zona por el riesgo de exposición.
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